noviembre21 , 2024

    Primarias sólo para radicales. La guillotina de las inhabilitaciones por Kico Bautista

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    Me van a perdonar que escriba esta columna en términos personales. Desde que los adecos sustituyeron el “yo” por el “nosotros” por allá en los años 40, prefiero esa fórmula. Y no es porqué estuviera vivo en aquella época. Lecturas, puras lecturas.

    Leí hace muchos años un artículo de Manuel Caballero en El Nacional que trataba sobre este tema y se me quedó pegada la palabra “Nosotros”. Desde, ese momento, el tono colectivo me ha parecido más apropiado que la abundancia del ego en los discursos.

    Aclarado el punto, pasemos a la concreto. He venido estudiando el asunto de la comunicación emocional durante un largo rato. La investigación se relaciona a una pregunta que cómo periodista me formulo a cada rato. ¿Cómo se hace para debatir con alguien que solo responde a lo emocional y no razona, no procesa ningún argumento por más convincente que este sea?.

    En esa búsqueda, hemos analizado el tema de las Postverdad, los Fake News y los Deep Fake. Igual nos hemos paseado por la neurociencia y los estudios más recientes sobre cómo funciona el cerebro. La idea es producir una comunicación más transparente, de mayor eficacia que le pase por encima a los laboratorios, a los algoritmos y demás trucos que se han apoderado de las redes e impiden cualquier diálogo o debate.

    La idea es descubrir algunas pistas que nos permitan conectarnos con la parte del cerebro donde se ubica la racionalidad y así poder discutir sin que nos claven alguna etiqueta por el pecho y nos dejen marcados. La inquietud no un asunto mío nada más. En el mundo de la comunicación este es un debate súper prioritario. Para quien quiera profundizar al respecto, recomiendo el documental “El dilema de las redes” en Netflix.

    El odio vs el amor

    Hasta ahora, la conclusión es que la emocionalidad es más fuerte que la razón. Domina nuestro juicio. La única manera de llegarle a la parte del cerebro que funciona con cierta lógica es a través de las mismas emociones. Por más que expliques, argumentes o uses recursos gráficos, sí en la comunicación no aparecen los sentimientos, es casi imposible debatir, cambiar de opinión en un universo tan polarizado como las redes.

    Para no repetir los artículos anteriores, donde hemos hablados de las burbujas caníbales que se forman en el universo 2.0 y como limitan o simplifican la comunicación al “yo creo”, resumamos puntualizando que la búsqueda de la verdad no ha desaparecido, anda vivita y coleando. Solo que su formulación cambia con el tiempo, se mueve y nos obliga a ver las cosas de una manera distinta en cada momento histórico.

    La verdad de hoy está relacionada con la diversidad. No es un discurso elemental como el de Donald Trump o el de Vladimir Putin. Tiene que ver con la personalidad, nuestro esquema de valores y la realidad en la que vivimos. Es una especie de licuadora donde entran numerosos condimentos. Mucho de economía, de lucha social, de cultura, música y un largo etc. Todo esto batido a la velocidad de un tiempo caracterizado por la globalización.

    Enrejados

    En estos días probé algo que he hecho bastante en mi programa de televisión en uno de los tantos chats donde estoy metido. En vez de tratar con amabilidad y respeto, a un amigo que me recriminaba por mis constantes alusiones a los radicales, le respondí con fuerza, duro, como si fuera cualquiera de los fanáticos del mariacorinismo. El pana quedó aterrorizado y calladito. Estaba probando una tesis que pretendo desarrollar en este escrito.

    Al salir de la anterior Globovisión en el año 2013, no nos quedó otro remedio que entrar en las redes. Nadie nos daba trabajo. Los medios me veían como un radical bastante exagerado y en consecuencia; peligroso para su estabilidad como empresas. Junto a un grupo de colegas, montamos los 5 primeros portales digitales que se hicieron en Venezuela.

    Durante 8 años hicimos un programa diario en las redes y en ese andar, fuimos ensayando como movernos con cierta efectividad en estos medios tan nuevos y proceso de desarrollo. Nos plateamos descubrir cuales eran sus secretos y oportunidades. Una de las experiencias más nutritivas fue el llegar a conocer el modus operandi de los laboratorios y sus perversas mañas.

    Por aquellos años había muchos “Bots” y aplicaciones que se podían programar para atacar o defender un objetivo. Con un solo número de celular se podían abrir varias cuentas en Facebook o en Twitter. Había en la web numerosos servicios para crear usuarios de telefonía en cantidades ilimitadas bajando ciertas aplicaciones. Eso hacía fácil armar batallones de linchadores en las redes.

    Había 3 grandes laboratorios. Los que provenían del gobierno y dos muy fuertes de la oposición. Uno pertenecía a VP y el otro al radicalismo que giraba alrededor del portal PanamPost que por cierto hace mucho rato que cambió de dueño.

    Con la llegada del Interinato y sus cuantiosos recursos, apareció la Comisión Nacional de Comunicaciones que no solo tenía la función de informar sobre las actividades de Guaidó y la AN 2015, también debía defender a la MUD de los ataques que venían del los grupos más extremistas que pretendían disputarle el liderazgo al G4.

    Ni tan aliados

    Recuerdo una grabación que circuló en las redes en la que una joven le reclamaba a Vente Venezuela el pago de su trabajo en un laboratorio que funcionaba en un edificio que quedaba en Guarenas, por esa zona. La instalación tenía varios pisos y más se 90 computadoras que eran usadas en tres diferentes turnos. El sonido salió de los laborarlos del Interinato y tenía como objetivo dejar en evidencia a sus adversarios en la propia oposición.

    Esa batalla hay ido cambiando de escenarios. Hoy hay que tener muchos recursos para mantener un laboratorio. Los propietarios de las redes han ido colocando muchos controles para proteger a sus usuarios de poderosas estructuras digitales que existen en todos lados y que se relacionan con la política. Han reducido la existencia de los bots y mejorando sustancialmente la seguridad de sus usuarios.

    Ya no se trata de poner a unos “influencer” con muchos seguidores a generar cualquier tendencia. La cosa ha avanzado. Existen compañías multidisciplinarias, con hackers y apps que interfieren cualquier cuenta, sea de un banco, de las policías, el gobierno o de un particular. Nadie está a salvo de los virus y demás trucos para clonar información. Los avances en los estudios sobre las emociones han alterado el juego

    El robo de data

    Como será el asunto, que todavía se investiga la intromisión de los laboratorios rusos en la elección donde Donald Trump fue elegido presidente en el 2016.

    En estos días se ha puesto de moda una práctica que sirve de ejemplo para explicar que no se trata de cuentos, cuando se habla de la influencia de los laboratorios y demás bichos en las redes. Unos delincuentes muy organizados, aquí en nuestro patio, mandan mensajes a nombre de empresas o portales muy reconocidos y en ellos solicitan que se les reenvíe una clave para verificar nuestros datos. Si caemos en la trampa, nos clonan toda la información que guardamos en el celular y se apoderan de nuestros contactos a los cuales les aplican el mismo truco.

    Les cuento qué hay muchas aplicación para reconocer quienes son y de donde vienen las menciones que se producen en las redes sobre cualquier tema o persona. Brand24, una de las comunes, nos permite ubicar la dirección IP y así poder reconocer los ataques que se producen en redes en nuestra contra. Nos señala, el sexo, la edad y la ubicación de los mensajes. Por esta vía descubrimos que cada vez que nombró a María Corina, aparece una respuesta muy agresiva donde el 40% de las menciones son locales y casi el 60% proviene del Estado de Florida. La intensidad depende del contenido de los mensajes.

    Con un grupo especializado comenzamos a desmontar los ataques programados en nuestra contra. He recibido en dos oportunidades más de 70 mil menciones en una hora. La primera línea la integran 2000 mensajes previamente programados llenos de puras groserías y agresiones. Esa es la cantidad suficiente para generar una tendencia en Twitter en Venezuela. Los bloqueamos y varios días después vuelven a aparecer.

    No hay mal que por bien no venga

    En “Kicosis” solemos retar a los radicales, con algo de humor, para que nos envíen sus opiniones. Al día siguientes le pedimos a la audiencia que entre a nuestra dirección en el canal y verifiquen que la mayoría de los ataques que se producen en nuestra contra, no tienen ninguna argumentación, son puros insultos y etiquetas. Lo interesante es que la audiencia ha subido con este truco y la proporción se ha ido moviendo a nuestro favor. Muchos escriben: “el desgraciando tiene razón”.

    En nuestras comunicaciones hemos comenzado a explorar eso que se conoce como la inteligencia emocional. Usar las emociones para conectarnos con la racionalidad de nuestra audiencia.

    La explicación nos sirve para rebatir a quienes sostienen que de tanto meternos con María Corina la hemos fortalecido. La verdad es que somos muy pocos los que nos atrevemos a polemizar con la Dama de Hierro. Al que lo hace, lo muelen en las redes. Les propongo a ustedes, mis queridos lectores, que hagan un ejercicio muy concreto. Escriban en sus redes algo que contradiga a la candidata de “Vente” a ver qué les pasa.

    Calladito te ves más bonito

    Ya está bueno de hablar en voz baja, como temerosos frente al extremismo y sus maltratos en las redes. María Corina sabe que el G3 no le responde y por eso los intimida. Los hacer ver como “miedosos”, como un liderazgo viejo, sin fuerza ni ganas de pelear. Mientras ella se presenta como fuerte.

    La política debería tener más que ver con la inteligencia que con lo emocional. En todo caso la proporción mayoritaria debería estar al lado del cerebro y no del corazón.

    Lo más triste es que así, sin contundencia, se comporta el liderazgo tradicional frente a sus retos. La señora Machado suele decir que no ganamos antes, en las manifestaciones de calle del 2017 o con el Interinato porque falto “valor”, “coraje”. No se refiere a la política o a los errores que se han cometido todos estos años, ni por casualidad.

    Eso de pensar que cualquier cosa sirve mientras le ganemos a Maduro, es una trampa. Somos víctimas del chantaje de la unidad. Mientras a los radicales les importa muy poco si vamos pegados o cada cual por su lado, a la oposición moderada se le exige compromisos y respaldo absoluto a la “Unidad”, so pena de ser acusados de colaboracionistas.

    Ni calvo ni con dos pelucas

    El extremismo llama a sus supuestos aliados; “Alacranes”. Ni siquiera reconocen que se trata de personas. No tienen ninguna compasión en las redes con quienes piensan distinto. No se les ve por ningún lado arrepentimiento o con un mínimo de consideración hacia quienes también han participado en las luchas que se han realizado todos estos años en el país. Igual los maltratan.

    Mientras los defensores del voto nos comportamos como angelitos y, sin defendernos, nos quedamos callados, dejamos el espacio abierto para que las etiquetas hagan su maléfico trabajo. Nos quedamos como paralizados o decimos que esa no es la manera correcta de debatir. Cuál caballeros ultra educados, y sin querer queriendo, terminamos siendo percibidos tal cual los radicales nos pintan. Como cobardes o debiluchos.

    Nunca dejamos claro que somos diferentes, que creemos en la paz y en el poder del voto y que en vez de puras emociones también tenemos cerebro. No es verdad que cualquier cosa sirve para derrotar a Maduro. Si repites el mismo error, tendrás siempre el mismo resultado.

    En la Postverdad no se pueden dejar vacíos, dejar de argumentar o de debatir. Si lo haces te clavan. Dejas que las etiquetas te muelan. Terminas siendo lo que dicen de ti y no lo que eres. El paradigma de estos tiempos es la diferencia, la diversidad, la complejidad frente a la simplificación de las redes y sus algoritmos.

    Cambio de ánimo

    La Señora Machado ha crecido en las encuestas porque solo unos poquitos argumentan contra sus discursos llenos de emocionalidad. Si todos los demócratas defendiéramos con fuerza el voto y el poder inmenso de las luchas no violentas, la repetición de la narrativa extremista dejaría de tener audiencia. El silencio los alimenta.

    También hay una relación entre la crisis económica y la estado de ánimo del venezolano. En el reciente estudio de la UCAB se registra tristeza, dolor y optimismo. Eso fue antes de la caída de la economía de este año que está por el orden de un 8%. La disolución de la burbuja, la corrupción de PDVSA debe haber afectado nuestra emocionalidad.

    Ahora, debe reinar el deseo de venganza. De allí el crecimiento del extremismo. Los problemas básicos no se resuelven y no se ve claro si al país le van a entrar nuevos y suficientes recursos. Maduro y su equipo juega duro a la política y con muchas iniciativas que sorprenden y arrinconan a sus adversarios. Pero, sin real no tiene asegurada su reelección. La ineficacia lo está afectando y bastante según las más recientes encuestas.

    Parte de Guerra

    La primaria es un guión muy predecible. Delsa igual a Velásquez va a terminar apoyando a la señora Machado. Muchos de esos candidatos que no tienen ni un punto en las encuestas y se inscribieron sin pagar o recoger firmas, también tienen ese objetivo.

    Gloria Pinho y su compinche Ratti es seguro que aterricen en el TSJ. Los inhabilitados así se quedarán a menos que la negociación con los americanos cambie sanciones por habilitaciones.

    Capriles está intentando reconstruir su partido y a la vez buscando tiempo para que la negociación del G4 con Miraflores le permita participar. No es el único inhabilitado. Superlano y casi todos los inscritos en la primarias también lo están.

    Mientras Rosales espera que la degollina lo deje casi que como candidato único. Prosperi cree que la maquinaria adeca le gana a todos los demás. Subió su average al meter un gentío el día de la inscripción. Más que los otros candidatos.

    El Conde se salvó al salirse de las primarias de los radicales y va a buscar el voto de los sectores populares donde es obvio que le va a ir mejor. Pase lo que pase, si logra de 10 puntos hacia arriba, será clave al final de la contienda. Todo dependerá de los giros en su campaña.

    Falsas expectativas

    María Corina está inhabilitada y así lo va a ratificar la consulta de Brito a la Contraloría. Nada de raro tendría que los recursos introducidos en el tribunal contra la primaria prosperen. Ella armará un zafarrancho y saldrán Trump, Duque y Almagro a dar declaraciones muy fuertes a su favor. Dirá que no hay condiciones, que “dictadura” no sale por votos y de allí directo a la abstención, tal cual lo tiene planificado el gobierno.

    Si la señora Machado hace otra cosa, sería una verdadera sorpresa. Con tan solo que un 10% deje de votar, aparte de la abstención tradicional, las probabilidades de reelección de Maduro aumentan exponencialmente.

    Ya se sabe que Ecarri irá con Cambiemos y Avanzada Progresista hasta el final. Terminará compitiendo por liderizar el segmento moderado de la oposición. Si se unen o no, los factores que conformaron la Alianza Democrática, eso dependerá de las encuestas.

    Bernabé al igual que Capriles anda más preocupado por la consolidación de AD que por otra cosa. Lo más probable es que de los 15 o 20 candidatos que sobrevivan a este año, la mayoría llegue hasta el final buscando la mejor posición para negociar en el 2025. Rosales anda hablando de consenso y esa posición pudiera abrir puertas a mitad del año que viene. Todo depende de la fecha de las elecciones.

    Maduro con su 30% y su estrategia de dividir el voto opositor tiene todas las probabilidades de repetir. Lo peor es que estando el cuadro, en perspectiva, tan claro, ninguno de los liderazgos de la oposición haga algo para cambiar tan predecible destino.

    Todo se puede poner peor

    Fuerza Vecinal está en terapia intensiva y debe terminar apoyando a Rosales al igual que Futuro y el MAS. Unión y Progreso ha sido el partido más coherente en toda esta enloquecida carrera hacia el 2024. Pero, en este cuadro donde hay tantos juegos como candidatos, es poco lo que se puede hacer para cambiar tan negativas predicciones. Lo bueno es que falta mucho tiempo y a este ritmo al que vamos, cualquier cosa puede ocurrir el año que viene. La verdad, como hemos dicho, siempre aparece porque se mueve…

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