Vigilantes privados impidieron, hace unos días, el ingreso de una firma auditora que buscaba entrar a la planta principal de Monómeros Colombo Venezolanos (MCV), la gigante de fertilizantes que se convirtió en parte del pulso entre el gobierno de Iván Duque y el régimen de Nicolás Maduro, así lo reseñó EL TIEMPO.
Durante más de una hora y a 27 grados de temperatura, los auditores se plantaron en la Vía 40, de Barranquilla, sin que pudieran obtener el permiso para ingresar a la empresa, que también está en la mitad de una guerra sucia entre el régimen y la oposición.
Según el régimen, el gobierno Trump y el de Duque se aliaron para empoderar al presidente interino Juan Guaidó y tomarse los activos de Venezuela en el exterior –incluidos Monómeros, Citgo y el oro en Inglaterra– para rematarlos y repartírselos. Así lo ha dicho Maduro y lo acaba de repetir su contralor, Elvis Amoroso.
Diputados de oposición también creen que hay interesados en quedarse con MCV, según lo señalaron en un informe rendido el pasado 25 de octubre ante la Asamblea Nacional. Hablan de un plan desde Colombia para desacreditar al gerente de Monómeros, Guillermo Rodríguez Laprea; desestabilizar a la empresa y llevarla a la quiebra para que cambie de manos.
Pero EL TIEMPO investigó y estableció que ambas orillas políticas (régimen y oposición) no se han referido a información que deja en evidencia opacas maniobras para que MCV sellara acuerdos con un poderoso clan de venezolanos, que ligan al actual gerente, y que buscarían quedarse con una jugosa tajada de sus negocios.
Tampoco hablan de un contrato que dejó millonarias pérdidas y de un documento reservado que revela el grave deterioro de los equipos y planta, que pondría en riesgo a trabajadores e incluso la operación, afectando la seguridad alimentaria de Colombia.
El correo de medianoche
En el publicitado informe a la Asamblea Nacional se asegura que, dentro del plan de desestabilización, el gerente, Rodríguez Laprea, ha sido blanco de “denuncias anónimas que no ofrecen ningún tipo de evidencia”.
Aunque no las describen, estas lo acusan de cocinar –para beneficio propio– jugosos negocios antes de ser gerente y ya en el cargo. EL TIEMPO rastreó el tema y encontró un correo enviado el 8 de abril de 2020, a la medianoche.
En este, un empresario venezolano llamado Carlos Rodríguez Siso le pide cita a Carmen Elisa Hernández, miembro de la junta de Monómeros (ver eltiempo.com).
“Hola, Carmen Elisa, cómo estás (…). Te adjunto la carta dirigida a tu persona solicitando espacio en la agenda de la junta de MCV, para presentar el proyecto del que conversamos (…). Por seguridad, la persona que hará la presentación es Guillermo Rodríguez Laprea, que entiendo se conocen, y es nuestro director comercial en Colombia (…)”, dice el mensaje.
Y la carta adjunta lleva la firma de Rodríguez Laprea y el logo de Kapocar S. A., una firma que buscaba una alianza para expandir la capacidad productiva y comercial de Monómeros e importar un fertilizante a precios ventajosos.
La oferta fue rechazada por la junta integrada por Fernando Paredes y Jean Paul Dugarte, ligados al partido de izquierda Acción Democrática (AD); Luis Hurtado, de Primero Justicia (PJ); Ramón Crespo, de Un Nuevo Tiempo (UNT), y Carmen Elisa Hernández, de Voluntad Popular (VP). Un par de miembros advirtieron que Kapocar estaba recién creada en Panamá (2017) y no tenía experiencia.
Dos meses después, se cambió la oferta y se presentó de nombre de Insumos del Pacífico 195 S. A. S., firma de Guillermo Rodríguez Laprea, afincada en Bogotá hace siete años. Y, el 5 de junio de 2020, se firmó un “memorando de entendimiento y acuerdo de confidencialidad” que buscaba estructurar un mecanismo comercial con visos similares al de Kapocar.
El mismo apellido y dirección
Pero Rodríguez Laprea dio por terminado ese acuerdo porque consiguió algo mejor: el 26 de enero de 2021, fue designado gerente de MCV. Aunque a miembros de junta les llamó la atención el salto, tenía la bendición de la Asamblea.
EL TIEMPO también comprobó que, ya en la silla de gerente, perfeccionó un tercer contrato, a 15 años, con LionStreet Ventures Corp. S. A., una firma creada en 2018 y representada por Ricardo Rodríguez Siso, hermano de Carlos Rodríguez, el del correo de Kapocar. De hecho, funcionan en el mismo edificio en Panamá con los mismos administradores
¿Quiénes son los Rodríguez Siso? En Caracas los describen como un clan con influencia económica, social y política, que han asesorado candidaturas presidenciales, como la de Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo) que enfrentó a Hugo Chávez en 2006. También aparecen ligados a cooperativas mineras, albergues para niños y una firma de publicidad.
Agente de compras y tajada
El acuerdo con LionStreet, firmado el 30 de abril de 2021, estipuló que Monómeros haría la gestión comercial de los fertilizantes, y su nuevo aliado, lo de la logística y soluciones de financiamiento.
Pero, en mayo de 2021, Rodríguez Laprea les notificó a proveedores que LionStreet era el nuevo agente de compras de la MCV. El sindicato denunció que el 60 por ciento de las ganancias eran para LionStreet. Además, proveedores, como Fertagro, rechazaron la decisión.
La junta de MCV se reunió de manera extraordinaria, el 3 de junio, y dos de sus miembros –Carmen Elisa Hernández y Luis Hurtado– advirtieron que lo acordado con LionStreet no se reflejaba en el documento y que había una desviación del objetivo original.
Aunque se acordó congelarlo y ajustarlo, sorpresivamente, el propio Ricardo Rodríguez puso a consideración su suspensión, argumentando que “había intereses ocultos de terceros para perjudicar el nombre de su empresa”.
“Es claro que el gerente intentó hacer negocios con Monómeros para su beneficio y el de los Rodríguez Siso”, dijo un denunciante. Y agregó que mientras esos se mantienen oculto, el informe a la Asamblea, que no tiene respaldo, se está usando con fines políticos.
Toma hostil
Dicho informe se concentra en el supuesto plan de desestabilización de Monómeros para una ‘toma hostil’ por parte de Nitron Group, su principal proveedor. Se les acusa de poner en marcha una estrategia para hacerse a la mayoría del pasivo y convertir las deudas en acciones durante un posible proceso de insolvencia.
Y agregan que, para ejecutar el plan, Nitron tendió lazos con funcionarios de Monómeros, incluidos la presidenta de la junta de ese momento, Carmen Hernández; el gerente financiero, William Otero Gracía, y la de contrataciones, Ailyn Herrera: “Más de 35 empleados de MCV terminaron trabajando para Nitro Group”.
La evidencia, dicen, son cartas de Nitron (supuestamente coordinadas por políticos venezolanos) pidiendo la cabeza de los directivos de Monómeros, que llegaron a la oficina de Víctor Muñoz, cabeza del Departamento Administrativo de la Presidencia de Colombia. Y señalan que entre los esfuerzos para la toma estaba el de inducir a la Supersociedades de Colombia a someter a control a Monómeros.
En medio de las denuncias de juego sucio, la llamada ‘joya de la corona’ de Venezuela en el exterior tiene deudas con proveedores por 130.000 millones de pesos. Y aunque en 2020 generó ingresos por 790.000 millones de pesos, 94 fotografías contenidas en un informe reservado dejan al descubierto el alto nivel de deterioro de sus equipos y planta física.
Una joya en ruinas
“Se evidencia el deterioro generalizado en varios de los elementos estructurales que conforman el sistema de soporte de la planta de fertilizantes”, dice.
Y habla de desprendimiento y degradación del concreto, grietas y un proceso de corrosión que afecta el acero de refuerzo de forma generalizada. Además, la planta tiene asbesto, y su remoción implica desgastes logísticos y financieros por 4.400 millones de pesos. De hecho, se piden 26.218 millones de pesos para recuperar la estructura en 5 años.
Y aunque no hay plata para el mantenimiento, denuncian que MCV habría perdido 810.000 dólares en un contrato fallido. En diciembre de 2020, se acordó con Prime Food Import la compra de 9.000 toneladas de urea granular, a precios bajos, que debían llegar en febrero de 2021. No hubo entrega y tuvieron que adquirirla más cara sin que se tomaran acciones contra legales.
EL TIEMPO contactó a Carmen Elisa Hernández para preguntarle por el correo de medianoche de Carlos Rodríguez Siso. Pero se abstuvo de hablar del tema bajo el argumento de que se trata de documentos reservados. Sobre las acusaciones de que hizo parte del supuesto plan de toma hostil respondió: “Es falso. Que muestren pruebas”. Y recordó que en un comunicado se puso a disposición de las autoridades colombianas y venezolanas para que se investigue.
Al cierre de esta edición, ni Carlos Rodríguez Siso ni los representantes de Nitron habían respondido los mensajes que se les dejaron.
Pero el gerente de Monómeros accedió a responder punto por punto (ver nota anexa).
Mientras tanto, Pablo Soteldo, el contralor de Guaidó, sigue intentando que auditores ingresen a MCV para saber qué está pasando: “Tenemos información suficiente, pero estamos esperando cuestiones adicionales para poder trabajar desde adentro. Ahora, estamos trabajando desde afuera”.
El gerente Rodríguez responde a los cuestionamientos
El gerente de Monómeros, Guillermo Rodríguez Laprea empezó por señalar que el plan de recuperación empresarial de Monómeros –que se emprendió ante la Cámara de Comercio de Barranquilla– busca materializar planes y proyectos para consolidar su desarrollo y remediar los problemas que, según él, causaron las personas que intentaron llevar a la compañía a la quiebra.
El plan incluye una negociación con acreedores para concertar acuerdos que ayuden a la firma cumplir sus objetivos de corto y mediano plazo.
Sobre el informe de la Comisión a la Asamblea, dijo que se basó en pruebas documentales y testimoniales, a partir de las cuales se produjo un informe sobre la toma hostil, en la que -dice- no hubo agentes colombianos: “En la investigación queda en evidencia el complot en marcha para quebrar a la compañía y poner en riesgo la seguridad alimentaria colombiana. Los asesores de Monómeros, DLA Piper Martínez Beltrán, han iniciado más de 35 acciones legales en contra de los involucrados. Y vienen más”.
Sobre las denuncias de los negocios que intentó sellar antes de ser gerente y de manera posterior, dijo que no tiene nexos laborales, comerciales o de negocios con los Rodríguez Siso: “En la campaña para quebrar a Monómeros me han acusado de toda clase de fechorías (…) Estas denuncias son tan frívolas e injustificadas que la mayoría han sido ya archivadas”.
Y agregó que aunque Kapocar evaluó un intercambio comercial con el agro colombiano, no tuvo vínculos con Monómeros: “El señor Rodríguez no es socio, ni representante ni trabajador de Kapocar”.
Por eso, aseguró que no se constituyó algún tipo de inhabilidad de su parte por ese fallido negocio y por el de LionStreet, donde aparece Ricardo Rodríguez Siso: “No hubo nexo alguno, ni inhabilidad. Este episodio de Lionstreet forma parte de la campaña de desinformación para crear la sensación de que Monómeros es una compañía mal administrada”.
Según dijo, asesores legales revisaron ese convenio y no encontraron anomalías. No obstante, no se refirió el fallido negocio con su empresa, Insumos del Pacífico 195 S. A. S. Cuando se le preguntó por qué no deja entrar a auditores enviados por el Contralor de Guaidó, aseguró que si bien el funcionario está en plena disposición de cumplir con su deber, hay información que apunta a que la firma no tiene las credenciales ni la experiencia requeridas para llevar a cabo una auditoría en la que se respete la reserva industrial y comercial de Monómeros.
Por eso, están pidiendo más datos sobre su personal. Además, recordó que está en trámite una auditoría de una firma internacional, solicitada por la Comisión Investigadora. Sobre la alerta por el deterioro de la planta, señaló que hay un plan de mantenimiento rutinario y permanente que se cumple con los flujos de caja disponibles: “En la medida en que las finanzas se recuperen del trauma del plan de quebrarla, se aumentarán las inversiones. Pero estamos en plena capacidad de seguir abasteciendo al mercado colombiano”.
Y sobre la queja por la contratación de externos para temas tributarios, dijo que no es extraño: “Le aseguro que MCV es administrada con diligencia y sin despilfarros”.
Finalmente, sobre la compra de urea, con Prime Food Import, dijo que son hechos anteriores a su llegada y que las cifras de pérdidas no son exactas: “Se revisa la conducta de ciertos exfuncionarios, incluidos varios que hoy trabajan para el grupo que intentó la toma hostil. Hay pruebas de que algunas de estas personas violaron la ley. Y ya han sido puestas en conocimiento de las autoridades colombianas. Esperamos que se haga justicia”.