mayo18 , 2024

    Juan Guaidó, el nuevo paria de la Unidad

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    La imagen es desoladora, casi patética. Juan Guaidó, el hombre que hace apenas unos meses era la esperanza de millones de venezolanos y el protegido de la Casa Blanca, deambula por el aeropuerto de Miami con una mochila a cuestas, dando unas temblorosas y dubitativas declaraciones a la periodista Carla Angola. ¿Qué ha pasado con el hombre más poderoso de la oposición venezolana? ¿Cómo ha llegado a este punto?

    La historia de Juan Guaidó es la historia de un ascenso meteórico y un declive igualmente rápido. En enero de 2019, se autoproclamó como Presidente Interino de Venezuela, apoyado por más de sesenta países y respaldado por el gobierno de los Estados Unidos. Su objetivo era claro: derrocar al régimen de Nicolás Maduro y restaurar la democracia en su país.

    Pero pronto se hizo evidente que Guaidó no era el líder que muchos esperaban. Su gestión al frente de la Asamblea Nacional fue criticada por su falta de resultados concretos y su aparente incapacidad para movilizar a las masas. Además, surgieron acusaciones de corrupción y malversación de fondos destinados a la ayuda humanitaria.

    Pero lo más sorprendente fue el giro que dio Guaidó en su estrategia política. En lugar de buscar una solución negociada al conflicto venezolano, se alió con los sectores más radicales de la oposición y entregó el control de importantes empresas estatales, como Monomeros y Citgo, a la rapiña del G-4.

    Ahora, Guaidó se encuentra en Miami, solo y desamparado. ¿Cómo ha llegado a este punto? ¿Quién lo ha traicionado? Algunos sugieren que sus aliados políticos de la Plataforma Unitaria, en alianza con los americanos, lo han entregado a su suerte. Otros creen que Guaidó ha olfateado algo y ha decidido sabotear la reunión de Bogotá montada por Gustavo Petro para cambiar elecciones libres por levantamiento de sanciones.

    Sea cual sea la verdad, lo cierto es que la imagen de Juan Guaidó de mochilero en el aeropuerto de Miami es un símbolo del fracaso de su estrategia política radical y del desencanto de los venezolanos con su liderazgo. Un espejo en el que debería verse la señora María Corina Machado, principal promotora de la política extremista en Venezuela.

    Atrás quedaron los tiempos de euforia y disputa de los partidos de la Unidad por tenerlo cerca. Quizás sea el momento de buscar una solución negociada y pacífica al conflicto, en lugar de apostar por aventuras políticas que solo han conducido al fracaso, al sufrimiento de la población y postergado la posibilidad de cambio político.

    El Político

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