Gustavo Petro rompió la historia de Colombia este domingo y se convertirá en el primer presidente de izquierda.
En la segunda vuelta de unas intensas elecciones llenas de sobresaltos, Petro le ganó por tres puntos porcentuales a Rodolfo Hernández, un empresario de la construcción que llegó a amenazar la victoria de quien fue el favorito por meses en las encuestas.
Pero la campaña eficiente y carismática de Hernández no fue suficiente para vencer el proyecto de reforma profunda prometido por Petro, que incluye a una vicepresidente afro y activista de los derechos ambientales, Francia Márquez, y promesas de cambio en casi todos los ámbitos, sobre todo en lo social.
Los ejemplos de gobernantes de izquierda son esporádicos en los 200 años de historia republicana de Colombia: hubo progresistas en el poder, pero ninguno que haya construido su figura política en contraposición a los gobernantes «de siempre» como Petro.
Mucho menos que se haya educado en el colegio público de un pueblo, que hubiese pasado una década en la guerrilla y que tenga una visión antagónica del modelo económico y político que ha regido al país por dos siglos.