Unión y Progreso se solidariza con trabajadores públicos que desafían al oficialismo
El vicepresidente de Unión y Progreso, Rafael Simón Jiménez condenó este lunes que Nicolás Maduro se haga llamar «obrerista» y sea quien más atropella los derechos de los trabajadores del sector público y destacó que el movimiento político se solidariza con cada uno de ellos, sus manifestaciones y lucha por reivindicaciones laborales.
Trabajadores del sector público tienen semanas en las calles protestando y exigiendo al oficialismo que cumpla con sus obligaciones contractuales y respete sus derechos. Jiménez destacó que Unión y Progreso expresa su total y absoluta solidaridad con las luchas emprendidas, ante la pretensión de Maduro de «desconocerlos y escamotearlos».
«Maduro viene aplicando el inconstitucional instructivo emitido por la Onapre, cercenando los compromisos salariales y los beneficios contractuales amparados por el principio de progresividad que establece la constitución y la Ley Orgánica del Trabajo», reprochó. «El gobierno nacional que se autocalifica de obrerista ha sido el que más atropellos ha cometido contra la clase trabajadora».
Maduro a acabado con la capacidad adquisitiva del salario, derechos de sindicalización, contratación colectiva y el ejercicio de los mecanismos que se establecen para hacer valer sus derechos.
Por tanto, Rafael Simón Jiménez subrayó que Unión y Progreso aplaude y respalda las movilizaciones y el espíritu de lucha demostrada por educadores, trabajadores de la salud, funcionarios tribunalicios y universitarios.
«Están desafiando la represión e intimidación oficialista, han perseverando en sus luchas para denunciar este nuevo robo contra sus legítimos derechos donde se pretende cercenar el bono vacacional contractualmente consagrado, reduciendo tanto la base salarial de referencia como el número de días, con lo cual pretenden desconocerse y revertirse derechos laborales ya establecidos por el Estado», vapuleó.
Antes de finalizar, hizo un llamado a cada trabajador a perseverar, mantenerse firme en sus luchas y enfatizó: «está demostrado que frente a un gobierno hambreador y anti obrero solo queda el recurso de la lucha legítima y democrática, para que respete los derechos consagrados en la Constitución, en la ley y en los acuerdos suscritos en el Marco de la Organización Internacional del Trabajo».
