“Los venezolanos tienen que ser propietarios del suelo y subsuelo”
Paraqueima propone se discuta en la AN una ley especial que corrija el error histórico que reserva al estado la propiedad del subsuelo.
El alcalde de El Tigre Ernesto Paraqueima Luiggi es de la opinión de que, los venezolanos deben y tienen que ser propietarios del suelo y subsuelo para que podamos tener un país de propietarios y no como ahora que somos solo pisatarios dónde el estado, por demás ineficiente, es el verdadero y auténtico propietario porque se reserva las riquezas que posee el territorio nacional en el subsuelo.
Paraqueima, alcalde de una ciudad del sur de Anzoátegui que nació, creció y se desarrollo al calor de la industria petrolera afirma que, estamos obligados a corregir la injusticia de tener un amplio territorio que le ha dado al estado cuantiosas sumas de recursos provenientes del petróleo y el gas y tengamos una población empobrecida cómo cualquier pueblo minero del mundo.
«Estamos en el momento justo para que la AN estudie, discuta y apruebe una ley especial para convertir a los venezolanos en propietarios de sus riquezas y no como hasta ahora que somos solo pisatarios y el estado el verdadero y auténtico propietario cuando se reserva la explotación de las riquezas del subsuelo», afirmó el alcalde
Imagínense nada más que hubiésemos tenido esa potestad de que cada venezolano, fuera propietario del subsuelo, en mi ciudad pone el ejemplo Paraqueima tendríamos muchos ricos y una clase media alta fuerte y robusta y no como hasta ahora que tenemos una población empobrecida.
«Estamos en buen momento, aseguró Paraqueima ya que se avecina una nueva apertura y desarrollo de nuestra riqueza petrolera y es vital invertir la ecuación estado propietario y pueblo pisatario sin propiedad para pasar de ciudadanos propietario y un estado pequeño que se ocupe de prestar servicios básicos de forma eficiente y soltar las amarras de nuestras riquezas para que los venezolanos podamos ser propietarios y desarrollar nuestras potencialidades», concluyó.